Este fin de semana he hecho una escapada a Salamanca con la familia, para pasar un par de días de relax engañando al cerebro mientras vienen periodos vacacionales más largos. Lo hemos pasado muy bien (sobre todo la enana), y quitando algunas quejas puntuales sobre el hotel, todo ha salido fenomenal. La ciudad es encantadora, y aunque la conocíamos, la hemos redescubierto de nuevo, porque hacía muchos años que no íbamos.
El paseo por el centro histórico es espectacular, monumentos por doquier, historia y cultura en todos los rincones, un churrasco de muerte (que me metí ‘pal’ cuerpo), tapas y más tapas (pelín caras para mi gusto, eso sí) y muchos sitios interesantes que fotografíar (249 jpegs lo atestiguan). Os dejo con unas cuantas imágenes de la escapada.
Si quieres ver más fotos
Salamanca embellece a través del objetivo de tu cámara.
😉
Tú, que me ves con buenos ojos…