Hace un par de días ha entrado en vigor las modificaciones de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) que ha provocado el cierre de mochas webs o la modificación de muchos de sus servicios. El más sonado ha sido el cierre de Google News, pero hay otros muchos, como el ERE de Yahoo, el cierre de multitud de páginas de descarga y visionado de películas y libros y otras tantas. Hay muchos matices en todas ellas, y el servicio que prestaban unas y otras es bastante diferente, y la LPI lo trata de forma distinta. La cuestión sobre la que voy a hablar aquí es la de la «Tasa Google», es decir, que se cobre un medio a los agregadores de noticias (y a sabe Dios que otros medios) por enlazar a las fuentes de información.
Por ejemplo, el citado Google News u otros servicios como Meneame extractan un pequeño texto de la noticia que proviene de otro medio, y enlazan a esa noticia, permitiendo al lector que si le interesa el extracto, vaya a la fuente a leer la noticia completa. Parece que todo es un win-win, porque a priori nadie sale perjudicado. El agregador tiene su modelo de negocio viable, el usuario accede a un sitio que le permite filtrar varios medios en un solo lugar y los medios reciben una cantidad importante de tráfico. SIn embargo no es así, los medios, probablemente debido a su ineficacia a la hora de rentabilizar el modelo digital (véase el disparatado caso de Orbyt), han querido sacar más dinero de esta simbiosis, y como los usuarios no están por la labor de pagar, han querido que los agregadores o buscadores de noticias sean los que paguen, y además por imperativo legal. Sigue leyendo