Homenaje a Alejandro Peris Barrios

El pasado sábado asistí a un evento que organizaba la asociación de Amigos de la Historia de Móstoles (AHIMOS) en el Museo de la Ciudad, en el que se homenajeaba a un grupo de historiadores que habían investigado sobre la ciudad de Móstoles, entre los que se encontraba Alejandro Peris Barrios, quien fuera profesor de historia en mi etapa de bachillerato.

Movido por la nostalgia y el agradecimiento a aquellos maestros que sembraron las semillas intelectuales que germinaron finalmente y me llevaron, en primer lugar a licenciarme en historia, y en segundo lugar a dedicarme a la docencia, quise acercarme a saludarle y a reconocer públicamente su labor.

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#miprimeraweb

Hoy ha estado de moda el trending topic de Twitter con el hastag #miprimeraweb, donde los «weberos» recordaban cuándo y cual fue su primera web, echando la vista al pasado (gracias Beatrix por el apunte). Resulta interesante ver a algunos de los diseñadores punteros de hoy en día y echar un ojo a sus orígenes, cuando todo era más inocente y «naif», y nos nos preocupaba (coño, ni sabíamos lo que era) el SEO ni la usabilidad.

Webs amateurs, sencillas… y feas, por que no decirlo.

En mi caso, mi «primera vez» fue en el año 98. Estaba cursando la carrera de Historia por aquel entonces cuando un joven profesor propuso a sus alumnos hacer una web (¿que sería aquello?) por grupos, y subirla al servidor de la UCM para que estuviera online y quedara «para los restos». Se trataba de una web sobre la historia de Madrid, y a mi grupo le tocó el Paseo del Prado.

Para realizar la web, como prácticamente ninguno de nosotros tenía ordenador con conexión a Internet, y por supuesto la facultad no estaba dotada tecnológicamente al efecto, íbamos quedando por grupos en la casa del profesor, un pequeño apartamento del centro de Madrid donde entre coca-colas y algo de picar, descubrimos por primera ver que era eso de «Frontpage» y del «Photoshop». No recuerdo las versiones (no era algo que me preocupase entonces), pero debía ser el flamante Microsoft FrontPage 97, y el Adobe Photoshop 4 ó 5. Sigue leyendo

Dando una vuelta por mi alma mater


Como os conté hace un par de días, estoy haciendo un curso sobre Sistemas de Información en la Escuela de Telecomunicaciones de la Politécnica. Como la sesión inaugural era presencial y me tuve que pasar por Ciudad Universitaria para asistir a la charla, aproveché al salir para acercarme a mi facultad, la como siempre imponente, caja de cerillas.

Por si alguno no lo sabe, la «caja de cerillas» es el sobrenombre que recibe la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, debido a su gran altura (diez pisos) pero escasa profundidad. Parece una caja de cerillas puesta de pie.

Bueno, es caso es que allí pasé parte de los mejores años de mi vida, en una experiencia que recomiendo a todo el mundo que quiera oirme. Por la universidad hay que pasar aunque sea sólo como experiencia vital.

Tras mas de diez años sin acercarme por allí, me acerqué a dar una vuelta a ver si veía a alguien conocido (profesores, naturalmente; no contaba con ver a ningún alumno de mi época), pero no hubo suerte. Aproveché para tomarme algo en la cafetería en la que tantas y tantas horas pasé las mañanas, y lo vi todo cambiadísimo, naturalmente.

No obstante, algo del ambiente de aquellos años pervivía en el aire, y me alegro. Seguía habiendo plastas de la tuna por allí pululando, los rojeras de la ascociación cultural de turno  intentando venderte un poster del Che, los machacas del Club Deportivo en su cuartito, esos bedeles con guardapolvos azules, la librería con sus publicaciones especializadas, gente sentada por todas partes (bancos, escaleras, por el suelo)… A los chicos de la UCA los sigo por internet, y me pareció ver a los de Chomón por allí. Eché de menos a los sectarios de Atlántida, pero seguró que estarían por la capilla o los alrededores.

En fin, que a pesar de los dos lustros de distancia, me sentía como en casa de nuevo.