Se acabaron las tizas: SMART Board 600

Ese polvillo blanco en la camisa, las manos manchadas, toses y estornudos, chirridos estriudentes al escribir, recibir el impacto de un proyectil de talco prensado en la cabeza cuando hablabas con tu compañero… Todo eso que hemos vivido los escolares desde tiempo inmemoriales se va a acabar en breve. Los colegios están diciendo adiós a las pizarras convencionales, y hola a soluciones acordes a tiempos más modernos.

Muchos colegios españoles están instalando en sus aulas pizarras digitales, realizando una importante inversión en infraestructuras con el fin de modernizar la didáctica de las materias que imparten. Dos de esos colegios nos han solicitado formación para sus docentes, ya que una pizarra digital tiene multitud de aplicaciones, y no quieren quedarse simplemente en la proyección de imagen, sino exprimir al máximo sus posibilidades. Vamos a ver si conseguimos darles uan herramienta con la que los chavales aprendan y a la vez les resulte amena.

Las pizarras que han instalado en los colegios son las SMART Board 600, que permite un uso táctil de la pizarra, y que me parece una muy buena elección entre las opciones que hay en el mercado. Además, son las mismas que utilizamos nosotros en nuestras aulas para impartir formación para adultos, con lo que no habrá diferencias importantes con el producto que ya utilizo habitualmente.

Las pizarras necesitan para funcionar, además de sí mismas, un ordenador y un proyector VGA, lo que las hace menos independientes que el encerado habitual, y bastante más caras, aunque lo que ganamos en versatilidad merece la pena realmente. El ordenador se conecta mediante USB a la pizarra, y se instala un software que te proporciona SMART (en mi caso Notebook 10) que aparte de drivers y demás, incorpora una especie de «PowerPoint» para hacer presentaciones y algunas galerías de recursos.

Una vez instalado todo en el ordenador, necesitarás poder proyectar en la pizarra, con lo que será fundamental contar con un proyector que se conectará con un cable VGA al ordenador. Con todo funcionando, será solo necesario configurar la pizarra manualmente, es decir, orientar la precisión del puntero, y ya podemos empezar.

Para impartir la formación, me he hecho con una versión «mini» de la pizarra, para poder llevarla y traerla con relativa comodidad. Es funcionalmente igual a la versión de pared, pero con dimensiones reducidas, y que se puede poner sobre un soporte en una mesa.

La pizarra cuenta con una serie de rotuladores (en realidad son punteros, pero hacen la funcion de «rotus») de diferentes colores que te permiten «escribir» sobre la superficie blanca. Puedes usar de forma táctil todo lo que aparece en pantalla, cono si hicieras clics con el ratón, utilizar los programas que utilizan para ir creando presentaciones, grabar las clases para reproducirlas otro día, dejar un registro de todo lo escrito en clase para volver a algún punto más adelante, etc. La verdad es que son muy pero que muy interesantes.

Esperemos que el curso salga bien, y que mis alumnos aprendan mucho para luego ponerlo en práctica con sus alumnos.